Cuando hablamos de ortodoncia pocas veces pensamos directamente en la especialidad de esta: que son las afecciones y problemas relacionados nada menos que con nuestra mordida.
Así que es lógico que nos preguntemos ¿cuándo debemos recurrir a esta especialidad de la odontología? Bueno, cuando la respuesta es muy sencilla: cuando nuestra mordida no sea la adecuada.
Para que puedas tener mayor consciencia de cuándo es necesario que vayas al odontólogo para una cita con tu ortodoncista, mostrándote los tipos de mordidas.
¡Comencemos!
Tipos de mordidas en Ortodoncia.
Primer tipo de mordida: la abierta.
Es uno de los tipos de mordedura más comunes y es se le llama abierta ya que consiste en que uno o múltiples dientes de la parte superior no logran hacer contacto preciso con tus dientes inferiores.
Para ser un poco más específicos, no es otra cosa que cuando al masticar queda entre ambas líneas de dientes (la superior y la inferior) un espacio que impide que tu boca se cierre adecuadamente.
Eso sí, esta clase de mordida suele ser consecuencia del uso excesivo del famoso chupete que le damos a nuestros hijos durante la infancia, aunque también puede producirse si el niño suele succionarse el dedo.
Eso sí, también puede ser algo más simple: que tu mandíbula y tu maxilar no se encuentren alineados de forma paralela.
Segundo tipo de mordida: la cruzada.
Esta mordedura es una muy curiosa, pues se limita sólo a los dientes superiores y consiste en cuándo éstos sobresalen, hacia afuera o hacia dentro, a diferencia de los inferiores.
Pero te preguntarás ¿qué la causa? Bueno, esto suele pasar cuando los dientes no lograr salir en el espacio adecuado o cuando tu hueso no se ha desarrollado correctamente.
Tercer tipo de mordida: la cruzada.
Este tipo de mordida se identifica porque, de manera visual, nos damos cuenta rápidamente de que los dientes superiores suelen tapar más de la mitad (o la mitad) de los inferiores una vez la persona cierra la boca.
De ahí proviene el nombre de cubierta.
Otras mordidas que debes conocer.
- El prognatismo: este tipo de mordedura ocurre cuando tu mandíbula inferior se haya desplazada hacia adelante, respecto, por supuesto, de la superior.
- Retrognatismo: es literalmente lo contrario al caso anterior. Es decir, tu mandíbula inferior está es retrasada con respecto a la superior.
- El apiñamiento dental: se asocia con los dos casos anteriores y consiste como un agrupamiento o amontonamiento de varias piezas dentales, producto de una alineación errada o de la falta de espacio.
Cómo habrás visto, no es sólo un tipo de mordida la que existe, sino que hay muchas. Por eso, te invitamos a que no olvides nunca tener a mano una ortodoncia en Zaragoza, para así cuidar a tu dentadura.